En los primeros dos años de vida, los niños tienen entre 5 y 10 infecciones de las vías respiratorias por año. Protegerlos de la contaminación y de los cambios de temperatura ayuda a evitar estas patologías.
Las infecciones que van desde la nariz hasta el último alvéolo de los bronquios son las llamadas enfermedades respiratorias. Las infecciones en vías respiratorias, en su mayoría, son de corta duración y mejoran sin necesidad de tratamiento. Poco a poco los menores van conociendo las bacterias y preparando sus propias defensas, hasta que llegan a adultos, cuando raramente sufren de este tipo de enfermedades.
La infección depende del tipo de bacteria, de las condiciones generales del paciente y de si es alérgico o no.
¿Por qué los menores que sufren alergia son más proclives a sufrir estas patologías?
La alergia es un factor muy importante en la aparición de estas enfermedades, porque produce un fenómeno de inflamación de las vías respiratorias. Al estar inflamadas, los mecanismos defensivos naturales locales se alteran y, por lo tanto, el paciente se defiende mal de las infecciones. Si se analizan cien bronconeumonías, resulta que la mitad o más de esos pacientes son alérgicos. Sin embargo, si la alergia se trata en forma adecuada, la inflamación desaparece y el paciente vuelve a una situación inmunológica normal.
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