13 ago 2007

La Fumaria

La fumaria es una planta herbácea anual que posee propiedades muy interesantes para el hígado.
La fama de la fumaria es muy antigua. El mismo Galeno (médico griego más importante de la angigüedad después de Hipócrates) la recomienda para tratar las obstrucciones del hígado y las afecciones hepáticas en general.

También se la conoce como "hierba de la ictericia", lo que indica su empleo tradicional para esa indicación.
La fumaria es anfocolerética: asegura un buen funcionamiento de la vesícula, actuando sobre la formación de la bilis y su evacuación.

Presenta una acción favorable sobre los cálculos biliares y una interesante actividad espasmolítica en los problemas de digestión. También mejora los síntomas asociados a las disfunciones hepáticas (cansancio, falta de apetito, jaquecas, nauseas, vómitos).

Aplicaciones terapéuticas: Se utiliza para regular la función hepática, como diurético y como laxante. Asímismo se utiliza en ciertas afecciones cardiovasculares y del sistema nervioso. Por vía externa, sirve para tratar la costra láctea, llamada así porque aparece en el cuero cabelludo de algunos recién nacidos. Sus flores se pueden tomar en infusión ligera, para aliviar el dolor de cabeza.
Aplicaciones mágicas: Asociada al elemento Tierra, se le suponía la virtud de atraer el dinero. Una infusión de fumaria, salpicada por toda la casa una vez a la semana, se decía que atraía el dinero. Como otras plantas con esta misma finalidad, también se utilizaba para exorcizar los malos espíritus.

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