Científicos holandeses sostienen que la clave del diagnóstico es analizar unas diminutas burbujas de grasa que viajan en la orina, ya que contienen información que proviene directamente del tumor.
Estas microvesículas, llamadas exosomas, se hallan en la orina tanto de personas que padecen cáncer como de individuos sanos, pero se cree que son excretadas en mayores cantidades por algunas células cancerosas.
Los exosomas contienen moléculas de ácido ribonucleico (RNA) que proceden directamente del tumor y a través de las cuales se puede determinar qué genes están activos en cada caso de cáncer, lo que permitiría diferenciar entre agresivo y latente, apuntan los autores.
El equipo médico es liderado por Jonas Nilsson, del centro médico de la universidad VU de Amsterdam, según lo publicó el British Journal of Cancer Research.
Hasta ahora, los doctores tendían a utilizar como referencia para diagnosticar el tipo de cáncer los niveles de proteínas producidas por células cancerosas, como antígenos específicos de la próstata.
El nuevo enfoque se basa más en analizar el ácido ribonucleico, involucrado en la producción de proteínas, para hallar qué genes están activos.
"Esperamos que este enfoque innovador para estudiar el cáncer de próstata revele nuevos biomarcadores para tumores agresivos", declaró Nilsson. "El RNA derivado del tumor se preserva en estas cápsulas (exosomas) y nos permite ver la genética del cáncer de cada individuo", añadió.
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