El yoga y la meditación son dos poderosas aspiradoras, que nos limpian de obstáculos físicos, mentales y emocionales, y barren las actitudes y creencias que ya no nos sirven más. Pantajali decía: “Mientras las aguas del lago están turbulentas no puedes ver su fondo” Así comenzamos a adquirir actitudes positivas, a tener acceso a la Energía Cósmica y a profundizar en nuestro espíritu interior.
Existen tres niveles de existencia:
Existen tres niveles de existencia:
1) La Vida es una serie de problemas a resolver. Los problemas son impredecibles. Lo mejor que podemos esperar es encontrar una solución o que desaparezcan.
2) La vida es una serie de oportunidades. Los problemas pueden ser transformados en oportunidades que nos permitan aprender buenas lecciones. Existe una razón para que vivamos cada problema-oportunidad; están allí para nuestro propio crecimiento.
3) La vida es un milagro. La vida es una serie de acontecimientos que se desarrollan en el lugar y el momento adecuados. La vida es un fluir. A medida que nos despojamos de nuestro pasado, elevamos nuestra energía y nos dirigimos hacia un maravilloso modo de vida.
2) La vida es una serie de oportunidades. Los problemas pueden ser transformados en oportunidades que nos permitan aprender buenas lecciones. Existe una razón para que vivamos cada problema-oportunidad; están allí para nuestro propio crecimiento.
3) La vida es un milagro. La vida es una serie de acontecimientos que se desarrollan en el lugar y el momento adecuados. La vida es un fluir. A medida que nos despojamos de nuestro pasado, elevamos nuestra energía y nos dirigimos hacia un maravilloso modo de vida.
Nosotros adquirimos, a través de la meditación, un mayor control sobre nuestras vidas cuando es necesario. Al mismo tiempo, tenemos menos necesidad de controlar porque nos hallamos en el proceso de descubrir la vida tal como se manifiesta. Nos sentimos mucho más seguros y confiados.
Adquirimos también nuevas actitudes sobre la vida. Comenzamos a cultivar aceptación, desapego, confianza y gratitud. Comenzamos a vivir sin juzgar y sin expectativas.
Adquirimos también nuevas actitudes sobre la vida. Comenzamos a cultivar aceptación, desapego, confianza y gratitud. Comenzamos a vivir sin juzgar y sin expectativas.
Dice Yogui Bhajan: “Existen dos modos de vida en este mundo: el de la preocupación y el de la relajación. Si te preocupas, debes concentrarte para dar con la respuesta y esto se convierte en un trabajo físico. Pero si conectas tu mente con la energía del Universo, entonces las cosas vendrán a ti”.
TRES MEDITACIONES PARA EL CENTRO DEL CORAZON
1. Postura: Sentado en posición fácil, columna recta. Haz con la mano derecha un puño con el pulgar hacia arriba, coge el puño con la mano izquierda y presiona el pulgar derecho hacia adentro en el punto umbilical. Comienza respiración larga y profunda, lentamente. Concéntrate en el flujo de la respiración, siente el pulso de la respiración ir entre el punto umbilical y el tercer ojo. Continúa durante 11 minutos.
2. Postura: En la misma posición, haz el mudra del loto con las manos a unos 10 cms., a la altura del centro del Corazón. En este mudra solo los lados de los pulgares, la punta de los meñiques y la base de las palmas de las manos se tocan, los demás dedos están separados para formar los pétalos del loto. Comienza respiración larga y profunda, lentamente. Focaliza tus ojos hacia abajo, hacia la punta de los pulgares. Siente cómo la respiración exhalada toca los pulgares. Continúa durante 11 minutos.
3. Postura: En la misma posición coloca los pulgares debajo de los brazos, a los lados del cuerpo. Inhala profundamente a través de la boca haciendo un silbido, escucha el silbido y mentalmente escucha el sonido tántrico SO. Al exhalar a través de la nariz escucha mentalmente el sonido ONG. El mantra significa “Yo soy ese infinito”. Continua durante 11 minutos.
TRES MEDITACIONES PARA EL CENTRO DEL CORAZON
1. Postura: Sentado en posición fácil, columna recta. Haz con la mano derecha un puño con el pulgar hacia arriba, coge el puño con la mano izquierda y presiona el pulgar derecho hacia adentro en el punto umbilical. Comienza respiración larga y profunda, lentamente. Concéntrate en el flujo de la respiración, siente el pulso de la respiración ir entre el punto umbilical y el tercer ojo. Continúa durante 11 minutos.
2. Postura: En la misma posición, haz el mudra del loto con las manos a unos 10 cms., a la altura del centro del Corazón. En este mudra solo los lados de los pulgares, la punta de los meñiques y la base de las palmas de las manos se tocan, los demás dedos están separados para formar los pétalos del loto. Comienza respiración larga y profunda, lentamente. Focaliza tus ojos hacia abajo, hacia la punta de los pulgares. Siente cómo la respiración exhalada toca los pulgares. Continúa durante 11 minutos.
3. Postura: En la misma posición coloca los pulgares debajo de los brazos, a los lados del cuerpo. Inhala profundamente a través de la boca haciendo un silbido, escucha el silbido y mentalmente escucha el sonido tántrico SO. Al exhalar a través de la nariz escucha mentalmente el sonido ONG. El mantra significa “Yo soy ese infinito”. Continua durante 11 minutos.
Visto en: Radio Super
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