Pensar que la Navidad y su sobredosis de amor espiritual destierran el sexo a un segundo plano es menuda tontería.
Que el estrés, las compras y los excesos de comida y bebida, propios de la época, le pasan factura a la planta baja sacando en estampida los deseos hasta enero es basura.
El sexo es un festín, en diciembre y en todos los meses. ¡Ni más faltaba! Además, es la mejor manera de perder los dos kilos de más que, dicen, vamos a engordar en Navidad. Y lo mejor: es gratis.
¿Qué sentido tiene preocuparse y cerrar la boca si el simple hecho de desabrochar un sostén (con manos temblorosas) quema 67 calorías o 420 si su dueña no colabora? Pues nada, empiece a descontar calorías con la certeza de que el come y tira empata.
Un beso suave consume 10 calorías; si se combina con caricias veniales, 15, y si se combina con movimientos y apretones, elimina 20. Claro, nadie da un solo beso, entonces, a multiplicar.
La quitada de la ropa es bendita. Vean: desvestir al otro con calma invierte 25 calorías, que sumadas a todos los asuntos aledaños que acompañan esta tarea alcanzan para desvanecer un postre. ¡Qué delicia!
Los mordisquitos rebajan 20 calorías y los chupetones 40. Los mimos inferiores se llevan 45 y la posición del misionero, sin aderezos, 280. Para hacerlo de pie se necesitan 400 y asegúrese de que tiene mínimo 410 para invertir en cualquiera de las posiciones del Kamasutra y 315 para un rapidito.
¿Lleva la cuenta? Pues bien, una ducha en compañía elimina, según la intensidad y los aderezos -que van desde pasar la esponja por la espalda hasta el 'ya tu sabes'-, de 133 a 500 calorías.
Una buena fantasía erótica, contada por uno al otro sin omitir detalles, hace perder mínimo 130.
No sea mojigato: un solo susurro en la oreja requiere 7 calorías, una sesión de striptease, 60, y poner un preservativo, 6. Si la faena incluye baile, sume 200 calorías por hora (que duró danzando, claro).
No sea mojigato: un solo susurro en la oreja requiere 7 calorías, una sesión de striptease, 60, y poner un preservativo, 6. Si la faena incluye baile, sume 200 calorías por hora (que duró danzando, claro).
Si es muy sensible a lo romántico, recuerde que descansar juntos en la playa esfuma cerca de 300 calorías y una caminata de 30 minutos agarrados de la mano, 260. Obviamente otras actividades en pareja y fuera de la cama, como montar en bicicleta y visitar a la suegra, también sirven, pero esta es una columna de sexo.
No faltará el recatado que descalifique estos datos con el argumento de carecer de bases científicas, así que me adelanto a decirle que se equivoca y que al respecto hay cientos de estudios que lo invito a revisar. Puede contar calorías o dedicarse a quemarlas en un gimnasio, mientras muchos, como yo, nos dedicamos a bajar de peso entre aguinaldos. Hasta luego.
ESTHER BALAC
Fuente. El Tiempo.com
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